Alarma en el mercado ante la amenaza de un petróleo a 90 dólares

Una subida del 14,6%. El mayor corte de suministro de la historia se salda con la mayor alza de precios en 30 años.

El precio del crudo se disparo ayer un 14,6% en la que resultó su mayor subida desde la creación del índice Brent, en 1987, hasta los 69 dólares, después de que Arabia Saudí anunciase este fin de semana el parón de más de la mitad de su capacidad petrolera por el ataque a dos de sus instalaciones. Aunque el mayor exportador mundial de crudo se comprometió en un primer momento a restaurar rápidamente sus niveles de producción –comenzando hoy mismo por una tercera parte de los 5,7 millones de barriles– y se comprometió a compensar el descenso poniendo en marcha otras instalaciones y liberando parte de lo almacenado, ahora los analistas desconfían de esta pronta recuperación y creen que los problemas se extenderán durante un tiempo, lo que podría poner en jaque el suministro e impulsar todavía más los precios. Algunos expertos ya hablan de una escalada hasta los 100 dólares por barril en este caso.

Uno de los hechos que ha espoleado esta subida es que una fuente de la petrolera estatal Saudi Aramco consultadas por Bloomberg han rechazado la postura oficial de Riad que hablaba de una rápida vuelta a los niveles de producción previo a los ataques con aviones no tripulados que tuvieron lugar el sábado. Y los analistas se inclinan por esta opción. Por ejemplo, Goldman Sachs dijo ayer que si los problemas de suministro se prolongaban durante un mes y medio, los precios del petróleo podrían escalar hasta los 75 dólares por barril, una cifra similar a la comentada por S&P Global Platts Analytics, que apostaba por que la cotización rozara los 80 dólares, mientras que JPMorgan habla de un entorno de entre 80 dólares y 90 dólares y Rapidan Energy y Onyx Commodities van más allá y apuestan por los cien dólares en un escenario de riesgo. Capital Economics llega a hablar incluso de precios hasta los 150 dólares en el caso de que la “escalada de la tensión llevase a un conflicto militar en Oriente Medio”. UBS, por su parte, habla en una nota de un ascenso “altamente preocupante”, pero sus predicciones no van más allá de los 80 dólares. También otras casas de análisis, como Eurasia Group o Black Gold Inverstors son más cautos y esperan que las subidas se detengan en torno a los 70 dólares por barril.

Hay varios elementos que pueden atemperar estas subidas. Por un lado, Arabia Saudí cuenta con 73,1 millones de barriles de petróleo en sus tres principales almacenes, según Ursa Space Systems, con lo que podría mantener en cierta medida el suministro. Además, Riad dispone de instalaciones que hasta ahora estaban ociosas y en las que podría producir más de dos millones de barriles al día. También el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado que, en caso de que fuera necesario, podría liberar parte de las reservas estratégicas de su país, gracias a que EEUU no depende del exterior en este aspecto. “Dado que hemos trabajado tan bien en relación con la energía en los últimos años (gracias, Sr. presidente), somos un exportador neto de energía”, indicó en Twitter. Asimismo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría revertir los recortes de suministro llevados acabo en los últimos años –“Tenemos capacidad ociosa, podemos cubrir una reacción inmediata del mercado”, señaló ayer Suhail al-Mazrouei, ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, uno de los países con más peso–, aunque de momento no hay un acuerdo en este sentido.

A pesar de todo, se añaden dos elementos de incertidumbre sobre el suministro de crudo. El primero de ellos es que Arabia Saudí deja de ser el banco central del petróleo en el que se había erigido durante las últimas décadas y se vuelve más vulnerable a ojos de otros países de su entorno, ya que las principales líneas de investigación apuntan a que el ataque ha venido de Irán, y esta ofensiva se puede mantener mientras dure el embargo a Teherán. Además, hay que tener en cuenta que una tercera parte de las exportaciones de crudo de todo el mundo tienen que atravesar el estrecho de Ormuz y, si esta ruta no es fiable, habría que incorporar una “prima de riesgo geopolítica” a la cotización del petróleo que atraviesa esta zona. Y esto puede afectar especialmente a Asia, aunque también a Europa. Por ejemplo, una décima parte del petróleo que consume España viene de Arabia Saudí y una cifra similar, de Irak.

Saudi Aramco

No obstante, los ataques de este fin de semana, si no van a más, no afectarán a la viabilidad financiera del país ni a la salida a Bolsa de Saudi Aramco (ver pág. 22). “Si bien los ataques con drones contra dos instalaciones petroleras saudíes es crédito negativo y la interrupción en la producción es significativa, no esperamos que esto cause un impacto duradero en el perfil financiero de Aramco”, afirmó el vicepresidente de Moody’s Rehan Akbar, ya que en el medio plazo los ingresos se recuperarán. Sin embargo, un escenario de tensiones sí podría dificultar, al menos, la intención del nuevo ministro de Energía, Abdulaziz Bin Salmán, de adelantar una parte de la venta (el 1% de la compañía) al último trimestre de este año, ya que los problemas para calibrar los ingresos futuros de la compañía podrían lastrar su precio de venta.

Fuente: Expansión