Los mayores de 50 años sabrán la cuantía de su futura pensión

Estímulos al ahorro. El Gobierno también obliga al sector privado a informar al subscriptor del importe de su prestación.

El Gobierno quiere que los trabajadores sepan la cuantía aproximada de las pensiones de la Seguridad Social –o del plan privado– que van a tener cuando se retiren para que puedan hacer con tiempo sus previsiones.

Así, todos los trabajadores mayores de 50 años recibirán en el último trimestre de 2014 una carta, por correo ordinario, en la que conocerán el “importe estimado” de su futura pensión. Siempre teniendo en cuenta los siguientes factores: los derechos de cotización acumulados a lo largo de su carrera laboral, y que va a continuar trabajando, y cotizando a la Seguridad Social, en las mismas condiciones hasta alcanzar la edad legal de jubilación con todos los derechos.

Lo mismo tendrán que hacer los gestores de planes y fondos de pensiones, además de las mutualidades de previsión social, con las aportaciones realizadas por sus suscriptores y sus expectativas de obtener un complemento privado, una vez se haya alcanzado la jubilación en condiciones normales.

El Gobierno quiere extender este compromiso en tres años a todos los trabajadores –menores y mayores de 50 años–.

Sentirse partícipe

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, que informó ayer del proyecto a la patronal y a los sindicatos, explicó el objetivo que persigue el Ejecutivo: “Cada trabajador podrá sentirse partícipe de su futura previsión social de forma que, conociendo con suficiente antelación el nivel económico de que disfrutará con su jubilación, podrá adoptar las decisiones de ahorro que más le convengan a sus intereses”.

La medida es conocida popularmente en otros países, como Suecia, como la carta naranja. Es el color del sobre con la misiva en el que la Administración informa al futuro jubilado de sus derechos al retirarse del mercado de trabajo.

El Gobierno también cumple con así con una de las recomendaciones del Pacto de Toledo sobre la viabilidad del sistema de pensiones. Y, a su vez, es la respuesta a una de las demandas más importantes del sector privado de previsión. Las empresas estiman que esta decisión del Gobierno ayudará a incentivar a los ciudadanos a hacer planes privados de ahorro, una vez comprueben la cuantía aproximada de su pensión de la Seguridad Social.

Otras medidas para incentivar el ahorro que piden las aseguradoras, el sector financiero y las gestoras son mayores estímulos fiscales; más liquidez en los planes de pensiones y más apoyo a los mismos, y a otras formas de ahorro, en la negociación colectiva.

También es verdad que este proyecto del Gobierno choca con su reciente decisión de que también coticen a la Seguridad Social los planes de pensiones que hacen las empresas a los trabajadores. La medida esta contenido en el Real Decreto para favorecer la contratación que el Consejo de Ministros aprobó a finales del año pasado. Las nuevas exigencias de cotización a la Seguridad Social, adelantadas por EXPANSIÓN el pasado 26 de diciembre, también incluyen los populares cheques comida, de guardería, el plus de transportes o el seguro médico. Por todo ello, el Gobierno espera ingresar 900 millones de euros anuales.

La cuantía de la pensión en la carta será aproximada porque el Gobierno quiere dejar claro que la misma no le obligará jurídicamente a pagar la suma que venga en ella, sino que sólo se trata de estimaciones y cuantías orientativas. Se trata de evitar una oleada de demandas si, por una u otras razones, la cifra de la carta no coincide con la de la pensión final.

No obstante, para poder poner en marcha la medida, el Ejecutivo está trabajando para adaptar los sistemas informáticos de la Seguridad Social al proyecto.

Fuente: Expanción. M. Valverde..