La gran crisis que viene

Diez años después de la caída de Lehman, la foto parece bastante más preocupante que la de 2007. El PIB mundial en 2017 ha sido de 80 billones de dólares, pero la deuda se ha disparado hasta los 237 billones y esta vez en vez de concentrarse en hipotecas, lo ha hecho en empresas y Estados.

Desafortunadamente, no consigo que ninguno de los expertos con los que hablo me dé una explicación que desmonte mi percepción de que, diez años después de la caída de Lehman Brothers, viene una tremenda crisis. Por eso, publico mi reflexión en el mejor y más relevante periódico financiero del mundo hispano para que algún lector caritativo me ayude a ver otra realidad distinta, más positiva y me tranquilice.

El mayor problema lo veo en la deuda. Me explico. En 2008 el PIB mundial agregado fue 58 billones de dólares y la deuda total del mundo alcanzó 142 billones (2,45 veces el PIB). Como se sabe, la deuda estaba especialmente concentrada en hipotecas (en Familias y Bancos). Tanta deuda hipotecaria mal estructurada provocó la gran crisis financiera del 2007, que todos conocemos, cuyo exponente más sonoro fue la quiebra de Lehman Brothers.

De inmediato los bancos centrales tomaron contundentes medidas. Estados Unidos, Unión Europea, Inglaterra y Japón, entre otros, bajaron los tipos de interés a cero y empezaron a crear dinero “como si saliera de la nada” para que la sangre fluyera a una economía infartada y así sacarla del paro cardiaco en el que se encontraba. Lo consiguieron.

Diez años después, la foto me parece bastante más preocupante que la de 2007. El PIB mundial en 2017 ha sido 80 billones de dólares, pero la deuda se ha desmadrado hasta 237 billones de dólares (2,96 veces el PIB). Esta vez la deuda se ha disparado en los otros dos actores de la economía: las empresas (70 billones) y los Estados (64 billones). La deuda empresarial ha crecido un 63% entre 2007 y 2017; la de los Estado un 83%. Como puede verse, ya no hay ciclos económicos, ahora son ciclos de crédito. El motor del crecimiento económico en la última década ha sido la deuda. Miremos las empresas. La ratio media de endeudamiento ha pasado de 3,4 veces el beneficio operativo (ebitda) a 4,1 veces.

En España, la financiación de las empresas vía emisiones de bonos es tan solo un 27% (estamos muy bancarizados), en Estados Unidos, el 69% de la deuda las obtienen las empresas emitiendo bonos. Con tipos de interés al 0,75% en 2017, la mayoría de las empresas americanas se han llenado de deuda hasta las orejas a tipos ridículos ¿Quién no cogería dinero gratis? Gracias a ese dinero se han puesto a comprar empresas, de ahí la locura de compras y de precios que estamos viviendo. Con intereses a casi cero, todos los activos y empresas han subido necesariamente de precio.

Lo que resulta dramático en mi opinión es que un 37% de los bonos en Estados Unidos ya son bonos basura (con tipos en EEUU bajísimos). Algunos conocidos ejemplos son Tesla Uber, AirBnB, SnapChat WeWork.

De los que no son bonos basura, el 47% está justo un escalón por encima del bono basura. La mayoría de esos bonos está en manos de compañías de seguros y planes de pensiones. Estos dos actores por ley no pueden invertir en bonos basura. Si suben los tipos de interés, estos bonos pasarán a ser basura y estos actores tendrán que vender de manera inmediata, todos a la vez, y habrá muy pocos compradores.

Los tipos de interés en los Estados Unidos van a subir y mucho. Varios factores: (1) un desempleo del 3,9% es muy inflacionario, (2) la bajada de impuestos ha llenado de caja a las empresas y lo están utilizando para subir sueldos y gastar, (3) los aranceles son tremendamente inflacionarios, no sólo porque el precio del producto sube sino porque dispara la construcción de naves, almacenes y repatriación de empresas. Puedo seguir aduciendo razones, pero la conclusión es que los tipos en EEUU se van a disparar y ya lo están señalando Turquía, Argentina, India, etc.

Los pasos de la crisis serán:

Muchas compañías que han emitido bonos que ahora son basura quebrarán porque no tendrán liquidez para hacer frente a una deuda que se habrá encarecido. Esto provocará una crisis de crédito y quebrarán bancos.

Los bancos, ante los impagos de los que quiebran, recortarán las líneas de crédito, muchas entrarán por ello en concurso y eso provocará una recesión.

Muchas otras pasarán a ser bono basura porque las agencias de ráting les bajarán la nota: al subir los tipos (y por tanto lo que tienen que pagar en intereses) su capacidad de hacer frente a la deuda será muy inferior y eso les meterá en zona de bono basura.

Compañías de seguros y planes de pensiones se pondrán a vender como locas y, a falta de demanda, los precios de los bonos se hundirán, provocando muchas quiebras de empresas, aseguradoras y bancos.

A Europa nos llegará la ola como nos llegó en 2008, pero esta vez nos pillará con un lío tremendo. Una Italia que tiene una deuda del 130% del PIB (y creciendo) con un Gobierno populista gastador e insensato. Una Polonia que toda su historia ha estado siendo marcada por la invasión los rusos, los prusianos o los otomanos y cuya población está empezando a pensar que están invadidos por los alemanes (que les dictan a través de la Comisión Europea y las Directivas todo lo que pueden y no pueden hacer).

Polonia

Los polacos han decidido rebelarse y desobedecer, a pesar de ser hoy los mayores beneficiarios de los fondos estructurales, seguidos por el presidente populista y nacionalista húngaro que batalla contra una inmigración que no existe (qué inmigrante se quedaría en Hungría pudiendo pasarse Austria) e insulta sin parar a Europa.

A eso sumo Grecia, con su 160% de deuda sobre PIB y un Gobierno totalmente populista, y una España con su Gobierno socialista deseoso de incrementar el 100% de la deuda sobre PIB actual. Todos estos países europeos pueden pagar sus deudas porque los tipos de interés en Europa están a cero (aunque la inflación esté al 2%).

Un dato relevante: en noviembre de 2019 sale el italiano Mario Draghi y entrará otro presidente, seguramente de los países ahorradores. Esto es importante porque los ahorradores están hartos de perder en sus patrimonios un 2% de riqueza al año porque hay que ayudar a los países del sur que quieren gastar y gastar. En cualquier caso, como nos quieren en el euro, nos están inyectando sangre en vena y compran todos los bonos que emiten los manirrotos gobiernos del sur.

Lo más higiénico es que el próximo presidente del Banco Central Europeo (BCE) no sea un alemán, por lo que pondrán probablemente al finlandés, que es Triple A y no es sospechoso, pero sí obediente a Alemania. Entonces empezará la subida de tipos en Europa.

España está pagando 30.000 millones de euros en intereses al año por su deuda (sólo en Impuesto sobre Sociedades se recaudan 20.000 millones de euros). Si los tipos en Europa se fuesen al 2%, pasaríamos a pagar 90.000 millones de euros. Evidentemente, eso sólo lo podríamos pagar emitiendo más deuda y solo la comprarían el Banco Central Europeo y los bancos españoles (obligados). Si el BCE no lo hiciera, España quebraría.

Me encantará saber que estoy equivocado y que Occidente tiene palancas y colchones para evitarlo. Pero cuando a un drogadicto le das más droga, lo haces más drogadicto hasta que revienta.

Presidente de ONEtoONE Corporate Finance Group