Guía para elegir un plan de pensiones

Ahorro para la jubilación. Los regalos por traspaso no son una clave para elegir. Los expertos apuestan por el asesoramiento y la diversificación para sacar todo el partido a estos productos.

La campaña de planes de pensiones está en pleno apogeo. Bancos y aseguradoras han puesto en marcha la clásica batalla de fin de año para captar dinero nuevo para sus productos con bonificaciones que llegan hasta el 5%. A cambio, exigen amplios períodos de permanencia que pueden llegar hasta los tres años y traspasos de hasta seis dígitos.

Pero más allá de los ganchos comerciales, ¿cuáles son las claves para acertar con un plan de pensiones? Éstos son los 10 consejos para sacar todo el partido a nuestro ahorro en un producto cuyas características van mucho más allá de su atractiva vertiente fiscal, que permite reducir la base imponible con una aportación máxima de 8.000 euros.

 

1 Asesoramiento. “La planificación financiera es dinámica, cambia a lo largo de la vida”, explica Carlos Herrera, socio fundador de Efpa. Acudir a un asesor es básico, tanto para decidir cuál es la mejor estrategia inversora como para entender las claves de un producto complejo. “Es especialmente importante conocer las características, tanto las buenas como las menos buenas, y que el cliente sepa que sólo se puede rescatar el ahorro en determinadas condiciones, no cuando él quiera”, explica Victoria Torre, de Self Bank.

 

2 Diversificar. Hay cientos de planes de pensiones para elegir, con perfiles y estilos de gestión muy distintos. Es muy habitual concentrarlo todo sólo en uno. Pero una buena opción es repartir el ahorro entre planes de distinta categoría (renta fija, renta variable o los mixtos, que combinan ambas categorías) para diversificar la inversión y mejorar el rendimiento medio. Esta estrategia (no hay límite legal) permite rebajar la volatilidad y el riesgo de incurrir en pérdidas.

 

3 Perfil de riesgo. “¿Qué plan me conviene? Torre considera que se debe tener en cuenta el perfil del cliente y el horizonte temporal. “Si se empieza a aportar desde joven, cabe decantarse por planes más agresivos. Pero si estamos muy cerca de la jubilación nuestro patrimonio deberá estar en productos más conservadores”, señala.

 

4 Pagos periódicos. Los españoles suelen concentrar sus aportaciones al plan de pensiones en el tramo final del año, con el objetivo de reducir al máximo la factura con Hacienda. Éste es uno de los errores más comunes y que más impacto tiene en el rendimiento final del plan de pensiones. Según un estudio de Abante, concentrar la aportación en diciembre en vez de repartirla en sumas periódicas reduce la rentabilidad anualizada a largo plazo en un 2%.

 

5 Continuidad. La continuidad de los pagos es clave para sacar todo el partido a este producto. Para ello es clave tener capacidad de ahorro, sobre todo si se tiene en cuenta que estos productos no gozan de liquidez hasta los 10 años. En el supuesto de una rentabilidad anual del 5%, una persona que destina 100 euros al mes a un plan desde los 30 años conseguirá algo más de 90.000 euros cuando se jubile. La cifra cae por debajo de 25.000 si empieza a aportar a los 50 años.

 

6 Cambiar a tiempo. Si un plan de pensiones no cumple con nuestras expectativas, lo mejor es cambiar. Los planes permiten hacer traspasos a otros productos sin ningún coste fiscal. “No debemos contratar un plan y olvidarnos. La inversión en planes no puede ser estática, debe ir adaptándose a los cambios que vaya experimentando el partícipe”, dice Torre.

 

7 ¿Cuánto? Se aconseja aportar aquella cantidad estable que podamos retirar de nuestra nómina cada mes. Y también destinar más a un plan si lo contratamos más tarde. “Para conseguir un ahorro significativo y suficiente, quienes empiezan antes de los 35 años pueden aportar un 10% de su salario; los que lo hacen desde los 35 a los 50 años el 20%, un nivel este último que deberán superar los que lo hacen con más edad de 50”, señala Herrera.

8 Comisiones. No es un elemento decisivo pero sí importante, especialmente en los planes de pensiones más conservadores, porque con los tipos de interés en mínimos históricos en Europa los costes pueden comerse parte o incluso la totalidad de la rentabilidad. Como referencia, la comisión de gestión media de los planes se sitúa alrededor del 1,3%, con horquillas que van desde el 1,4% de los productos de renta variable hasta el 0,7% de los planes de renta fija más conservadores.

 

9 Coste de oportunidad. Si en algo están de acuerdo los analistas es en que los regalos de la banca por traspaso no deben ser un elemento clave a la hora de decidir. “Son pan para hoy y hambre para mañana”, señala Herrera, que destaca que los largos períodos de permanencia a los que obligan las entidades pueden suponer un gran coste de oportunidad. “Un plan con mala rentabilidad puede hacer que el regalo nos salga realmente caro”, dice Torre.

 

10 Consistencia. Antes de elegir, hay que analizar las rentabilidades medias históricas. Plazos a partir de los cinco años empiezan a dar una idea bastante aproximada de la calidad de un plan de pensiones. En ese plazo, al cierre del tercer trimestre, los planes de renta fija a corto plazo acumulan una rentabilidad media anual ponderada del 0,95%; los mixtos de renta fija un 3,16%; los mixtos de renta variable un 6,19%, y los puros de Bolsa un 10%.

En general, hay que huir del análisis de los plazos cortos, que sólo dan una idea sesgada de la rentabilidad de un plan de pensiones y pueden obedecer a un golpe de suerte, según los expertos.

Fuente: Expansión