El euribor a 12 meses cae a negativo por primera vez en la historia

Hipotecas. Las políticas de estímulo de los bancos centrales empujan la referencia a la que se vincula el interés de la gran mayoría de las hipotecas a mínimos históricos, presionando los márgenes de la banca.

El universo de tipos en negativo diseñado por los bancos centrales sigue generando consecuencias inusitadas. El euribor, el tipo medio al que están dispuestos a prestarse dinero los bancos de la eurozona, se situó ayer en terreno negativo en su plazo de 12 meses por primera vez en la historia. Tras completar su quinta semana consecutiva a la baja, un periodo en el que se ha reducido más de seis puntos básicos, ayer cerró en el –0,002.

Esto significa que los bancos asumen pagar por prestar su exceso de liquidez a otras entidades. Este fenómeno ya se había producido en plazos más cortos, a medida que los bancos centrales han ido intensificando sus medidas de estímulo, incluyendo tasas negativas en la facilidad de depósito, la hucha que habilitan para que los bancos aparquen el dinero sobrante a un plazo de un día. El pasado diciembre, el BCE situó esta referencia en el –0,3%. Y tras las recientes promesas de que en marzo se revisarán las políticas de estímulo, el mercado contempla una nueva vuelta de tuerca a esta tasa. “Creemos que el BCE puede bajar el tipo de los depósitos otro 0,1 puntos porcentuales en marzo”, afirma Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España.

Desde la última reunión del BCE, el pasado 21 de enero, ha descendido desde el 0,04% hasta el –0,002% al que cerró ayer. Pero la tendencia bajista viene de lejos. En octubre de 2008 registró un máximo histórico en el 5,52%, desde donde registró un acelerado descenso que le situó por debajo del 2% en 2010. A partir de ahí inició una leve recuperación que se revirtió a finales de 2011 –cuando el BCE reinició el proceso de bajada de tipos de interés–.

La evolución del euribor a 12 meses es un asunto de gran importancia para el sector financiero, ya que la mayor parte de las hipotecas (más del 90% en España, según datos del INE) se encuentran referenciadas a esta tasa.

Esto significa que el descenso del euribor ha ido aparejado a un notable recorte de las cuotas hipotecarias. Según la Asociación Hipotecaria Española, a finales de 2008, la cuota hipotecaria media de las nuevas contrataciones superaba los 900 euros. Hoy, esta cuota se habría reducido por debajo de los 500 euros. El tipo de interés medio, al inicio, de las hipotecas sobre viviendas, cayó un 6,6% en un año, hasta el 3,26% registrado en noviembre de 2015.

Las entidades llaman a la calma, asegurando que este último descenso aún debe consolidarse (la cuota que se aplica a las hipotecas es una media mensual) y se inclinan por pensar que los tipos negativos serán un fenómeno puntual, pero lo cierto es que puede traducirse en un nuevo golpe sobre sus márgenes.

“La caída del euribor supone para todas las entidades financieras una minoración de los márgenes en las operaciones de financiación, sobre todo las que se firmaron en un entorno de tipos de interés distinto al actual”, confirman desde Banco de Crédito Cooperativo.

Merma de ingresos

Bankia, por ejemplo, señaló el lunes, durante la presentación de sus resultados de 2015, que prevé ingresar 140 millones de euros menos en 2016 por la bajada del euribor.

Ésta es sólo una de las vías por las que la política de tipos de interés en mínimos ha acabado penalizando al sector finaciero, al dificultarle la rentabilidad de sus operaciones. No obstante, los bancos también han articulado mecanismos para defenderse en este entorno. Uno de los más visibles ha sido la reducción de los intereses con los que remuneran los depósitos. El tipo de interés aplicado a éstos, para particulares, bajó en diciembre a un nivel mínimo del 0,35% en el plazo a un año, frente al cerca del 3% que rendían en 2012. Y mayor es el descuento aplicado a los depósitos de sociedades no financieras, que se sitúa en el 0,29%. De hecho, algunos bancos se plantean empezar a cobrar a estos grandes depositantes por guardar su dinero, para reflejar la nueva realidad del mercado.

Fuente: Expansión