Sánchez equiparará la fiscalidad del diésel y la gasolina para recaudar 2.100 millones más

Transición ecológica de la economía. El Gobierno quiere incrementar el impuesto especial que grava el gasóleo, ahora que se ha comprobado que contamina más que la gasolina. Los vehículos con motor diésel pagarían 9,55 céntimos más por litro.

El Gobierno de Pedro Sánchez quiere dar un impulso definitivo a la fiscalidad medioambiental, para que la mayor recaudación se traduzca en más gasto contra el cambio climático, y por tanto en un mayor compromiso con la transición ecológica de la economía. Una de las primeras medidas que se propone aprobar el Ejecutivo será la equiparación de la fiscalidad del combustible diésel y de la gasolina, según avanzan fuentes socialistas a EXPANSIÓN.

Actualmente el impuesto especial de la gasolina es de 40,25 céntimos por litro, y el del gasóleo, de 30,7 céntimos. El Ejecutivo calcula que la equiparación de ambos impuestos supondría una recaudación adicional de 2.140 millones de euros si se hiciese de golpe, pero quiere hacerlo “de forma escalonada”, según fuentes cercanas a Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica. “El primer año se recaudarían 600 millones de euros”, y así sucesivamente. Es decir, la igualación se lograría “en menos de cuatro años”, aseguran estas fuentes, que revelan que ya se ha creado un equipo de trabajo en el ministerio y que el Gobierno ya ha decidido dar el paso.

Hay que recordar que, según los últimos datos de la DGT, en España hay 17,9 millones de vehículos con tracción diésel frente a 13,6 millones de vehículos que usan gasolina. Hay muchos más porque cada litro repostado de gasóleo tiene, hoy por hoy, un impuesto 9,55 céntimos más barato que el litro de gasolina. Y eso es así porque hasta hace poco se pensaba que los vehículos diésel contaminaban menos. La fiscalidad más baja era una forma de incentivar su uso y premiar a quienes dañaban menos el medio ambiente. Lo que ocurre es que las investigaciones científicas recientes han descubierto lo contrario, que los vehículos con gasóleo contaminan más que los de gasolina, ya que emiten niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión. Además, los coches diésel emiten más gases de efecto invernadero que los de gasolina, si se tiene en cuenta todo el ciclo de vida del vehículo.

Por eso el PSOE y el Gobierno quieren hacer ahora “la corrección” del “error” histórico sobre los motores diésel. La manera será “reformular” el Impuesto Especial de los Hidrocarburos, “para hacerlo más medioambiental”, como asegura el portavoz socialista de Medio Ambiente en la comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, Ricardo García Mira. “Se reordenará para gravar más a los vehículos más contaminantes y menos a los más limpios”, agrega. Además, García Mira incide en que “el diésel es más perjudicial para la salud y produce nuevos gastos sanitarios”, por lo que no se debe seguir incentivando fiscalmente. En todo caso, se podría pensar que lo natural ya es gravar más el diésel que la gasolina. Pero el PSOE no dará ese paso, sino que mantendrá las bonificaciones al “gasóleo profesional”. Es decir, mantendrá el precio subvencionado para los transportistas de mercancías y para los agricultores.

El problema es que el tipo impositivo aplicado al gasóleo de los coches normales subirá un 31%. El precio medio del gasóleo era, ayer, de 1,235. Con la reforma del Ejecutivo pasaría a ser de 1,33 euros, justo lo que marcaba ayer la gasolina sin plomo 95. De esta forma, llenar un depósito de 60 litros de gasóleo pasaría de costar 74,1 euros a 79,83, o sea 5,73 euros más

Y eso afectará con fuerza a otros profesionales que usan el vehículo diésel como eje de su actividad económica, fundamentalmente los autónomos. El presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, hace hincapié en que “son decenas de miles los autónomos que no tienen acceso al gasóleo profesional y que se verían afectados por la medida”. Entre ellos, cita a varios colectivos de emprendedores, como “los agentes comerciales, las floristerías, los vehículos de movimientos de tierras, taxis, las ambulancias y los repartidores”, entre otros.

Ampliar las bonificaciones

Por todo ello, cuando se consume la medida fiscal ATA pedirá al Gobierno “que amplíe el gasóleo profesional a los autónomos que desempeñan su labor en vehículos profesionales”, anuncia Amor.

La subida de la fiscalidad del diésel para acercarla a la de la gasolina es algo que ya demandó la Comisión de Expertos de Transición Energética, creado por el Gobierno de Mariano Rajoy a instancias del Congreso, para asesorar la estrategia de energía y clima. Los expertos recomendaron elevar el tipo impositivo del gasóleo un 29% y a la gasolina un 10%.

Para Automovilistas Europeos Asociados (AEA) esta subida de la fiscalidad del diésel sería impactante y debería ser analizada de nuevo ya que “no podría ser asumida por los consumidores”. Además, según AEA, esta repercusión del incremento del precio del diésel supondría un retroceso en el sector del automóvil, lo que perjudicaría a la venta de vehículos diésel, un segmento que ha sufrido un descenso de nada menos que el 17% en España en el primer trimestre del año, según los datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.

La tendencia va totalmente en contra del gasóleo. Ayuntamientos como Madrid o Barcelona han impuesto ya restricciones al tráfico de los modelos menos modernos en periodos de alta contaminación.

Fuente: Expansión