Grandes patrimomios. Niega que la renuncia del PSOE a subir el IRPF a las rentas altas implique que no se vaya a gravar a las grandes fortunas: ve al IRPF “limitado” y analiza “muchas otras figuras fiscales”.
Una de cal y otra de arena. La ministra de Hacienda en funciones,
María Jesús Montero, quiso aclarar ayer que el PSOE no ceja en su
empeño de gravar a las grandes fortunas, pero que el IRPF se le queda
corto. Así lo planteó ayer en el Congreso después de que la semana
pasada Montero anunciara que el PSOE renuncia a la subida a las rentas
altas en el IRPF por ser una exigencia de Podemos.
Montero señaló ayer en los pasillos del Congreso que cree que
las declaraciones del IRPF “son bastante limitadas” a la hora de
“gravar a las grandes rentas y grandes fortunas”, pero destacó que “las
grandes rentas tendrán que aportar” y que “hay muchas otras figuras
fiscales” que tendrían mayor capacidad y efecto de recaudación para que
“el que más gana, más aporte”.
En este sentido, aseguró que “el PSOE sigue trabajando para
que las grandes rentas y patrimonios puedan contribuir más” en los
próximos Presupuestos. “No es que no vayamos a trabajar en esa
dirección, seguiremos trabajando en esa dirección, pero hay muchas
figuras fiscales, no solo IRPF, para poder abundar en aquellos que más
tienen que aportar”, insistió.
“Las grandes rentas tendrán que aportar, bien a través de
figuras de IRPF u otras. Creo que la declaración de grandes rentas y
patrimonios no se hace habitualmente a través del IRPF y, por tanto, es
un impuesto que se queda corto o limitado para que realmente se pueda
profundizar en esa justicia fiscal”, abundó.
En este sentido, Montero subrayó que la intención del
Ejecutivo ahora en funciones es, una vez pueda elaborar los
Presupuestos, “profundizar en todas figuras que están en el entorno de
la riqueza”, y mencionó el Impuesto sobre Patrimonio y “los impuestos
que más tienen vinculado a las sociedades”. “Es donde creemos que se
encuentra el gran diferencial con respecto a la UE”, dijo.
La semana pasada, Montoro declaró en Valencia que trabajará contra el dumpingfiscal
de comunidades como Madrid y topará las rebajas en Sucesiones. El día
antes, la ministra había presentado la renuncia al alza del IRPF como
una consecuencia económica del desencuentro creciente del PSOE con
Podemos tras la publicación de la sentencia sobre el procés.
Montero, adalid del pacto presupuestario con Podemos que se fraguó en el
otoño de 2018, renunciaba así a algunas de las medidas más publicitadas
y que el Ejecutivo había incluido en todos sus proyectos hasta la
fecha: la subida de dos puntos del IRPF a contribuyentes con rentas
desde 130.000 euros, que dejaría el marginal máximo de algunas
comunidades en el 50%, y de cuatro puntos para rentas desde 300.000
euros, lo que implicaría alzas hasta el 52%. Esta subida se acompañaba
de un incremento del ahorro, cuyo tipo máximo se elevaba del 23% al 27%
para rendimientos desde 140.000 euros, que también planteó Podemos y que
fuentes de Hacienda ahora descartan, junto con otras medidas que
impusieron los podemitas, como una subida del 1% a patrimonios de más de
10 millones o un incremento a las Socimi.
Esto no quita, matizaron las fuentes del Fisco, que estas
medidas no puedan volver a recogerse en los Presupuestos si se llega a
otro pacto.
La ministra ha recibido las críticas de Podemos al considerar
que la retirada de esta medida evidencia el acercamiento que quiere al
PP y a Cs para las elecciones del 10 de noviembre.
El programa electoral del PSOE del 28 de abril señalaba entre las 110 medidas socialistas la de “incrementar la aportación de las grandes empresas y de los contribuyentes de ingresos más altos y con mayores patrimonios”. Pero cabe recordar que este programa era mucho menos concreto que los fallidos Presupuestos de 2019, que el PSOE se comprometía entonces a aprobar si volvía al poder. De hecho, el propio programa del PSOE que presentó como alternativa a los Presupuestos de 2018 del PP ahora prorrogados, justo antes de la moción de censura, preveía una subida de cuatro puntos en el marginal máximo del IRPF, al 52%, para ingresos a partir de 150.000 euros, que se acompañaba de un alza de las rentas del ahorro.
Fuente: Expansión