Más flexibilidad en las relaciones laborales

La directriz dada por la patronal CEOE a sus empresas asociadas para que vinculen la evolución de sus costes salariales a sus ganancias de competitividad, aclarando así el pacto alcanzado con las centrales sindicales UGT y CCOO en mayo para que los salarios suban hasta un máximo del 1% este año y hasta un 1,5% el próximo, tiene la virtud de instarles al necesario cambio de mentalidad en sus relaciones laborales. Porque, como establece la reforma laboral, debe ser la situación particular de cada compañía la que prime a la hora de fijar la evolución de los salarios de sus trabajadores. Que las empresas permanezcan condicionadas por una referencia fija pactada en el marco de la negociación colectiva por patronal y sindicatos de acuerdo con la coyuntura general de la economía supone una antigualla que introduce enorme rigidez y dificulta, por ejemplo, que las compañías que experimenten importantes mejoras de sus ingresos y beneficios gracias al crecimiento acelerado de la demanda puedan repercutirlos a sus trabajadores. Por el contrario, es un pesado lastre para aquellas que todavía afrontan dificultades.

La flexibilidad se configura, por ello, como el mecanismo idóneo para que las empresas no deban volver a recurrir a medidas extremas para llevar a cabo los ajustes internos que sean necesarios. Y no sólo respecto a los salarios, sino también en la composición de las plantillas, como recomienda la CEOE en su circular a sus asociados, estableciendo un marco flexible de contratación ajustado a su coyuntura particular.

Fuente: Expansión