RECUPERACIÓN ECONÓMICA. Algunos organismos anticipan que el PIB puede crecer hasta el 3% este año, una mejora que viene acompañada de una intensa creación de empleo, la reactivación de la industria, la vuelta del crédito o el auge del consumo. En total, diez indicadores clave han entrado en positivo y apuntan a un crecimiento sólido.
Después de seis años en el infierno, la economía española está volviendo a tirar con fuerza, hasta el punto de que algunos organismos, como la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), prevén que el PIB se pueda incrementar un 3% este ejercicio. Más aún, no sólo se trata de un avance a un ritmo rápido, sino también sólido, dado que hay varios factores que apuntalan esta recuperación. Uno de ellos es la rebaja del precio del petróleo, que ha liberado buena parte del gasto en gasolina para otro tipo de bienes.
Además, los sueldos en las grandes empresas ya están creciendo con una fuerza relativa (1% en enero), lo que dará un fuerte impulso al consumo. Por otra parte, la rebaja fiscal puesta en marcha el año pasado ya se nota en las nóminas e inyectará 7.000 millones de euros a la economía entre este año y el próximo, lo que mantendrá el ímpetu de la recuperación. Las cosas no van mal tampoco en los mercados exteriores. Dentro de la eurozona, el PIB creció un 0,3% entre octubre y diciembre, dejando atrás la desaceleración y evitando la entrada en una nueva recesión. Fuera, en cambio, las exportaciones se pueden ver aceleradas por la depreciación del euro, que se sitúa hoy en niveles mínimos de 10 años. Las ventas a Estados Unidos crecieron un 22,6% en 2014, por ejemplo.
Por otra parte, los indicadores más importantes han dado un giro hacia una tendencia positiva en 2014, y todo apunta a que continuarán su evolución al alza. Es el caso del ya comentado PIB, pero también del empleo (“Se crearán un millón de empleos entre 2015 y 2016”, anunció el presidente Rajoy en el Debate del Estado de la Nación) o del consumo, gracias a la reducción de los precios del petróleo. De hecho, la evolución de varios de estos indicadores ya se ha acelerado en los primeros meses del nuevo año, como es el caso de las compras de viviendas.
EL PIB
La evolución del Producto Interior Bruto (PIB) ha sido quizá la más significativa, dado que es la que aglutina más componentes. En el último año, el PIB subió un 1,4%, dejando atrás los deterioros de los años anteriores. Este dato confirma una vuelta al terreno del crecimiento que no había tenido lugar en ningún otro año, dado que en 2010, el año de los “brotes verdes”, la economía nacional apenas había avanzado un 0,01%, que pronto se vio arrastrado otra vez al terreno negativo. En esta recuperación ha sido clave el consumo, pero también la inversión en bienes de equipo. Es más, el PIB se incrementó un 0,7% entre octubre y diciembre, liderando el crecimiento entre los grandes países de la eurozona, junto con Alemania.
OCUPADOS
El mercado laboral vuelve a crear empleo a ritmos previos a la crisis. En 2014 se generaron 433.900 puestos de trabajo, lo que supone un avance del 2,5%, según la Encuesta de Población Activa que elabora el INE, y la tendencia se acelera en los primeros meses del año año, de acuerdo con los datos de afiliaciones a la Seguridad Social. Además, el avance de las contrataciones está siendo más positivo que lo esperado, dado que crece prácticamente a la misma velocidad que el PIB. Hace unos años, se decía que el país necesitaba crecer a un ritmo cercano al 1,5% para que el empleo se empezara a reactivar, pero ahora la reforma laboral y los incentivos a la contratación han rebajado la cifra necesaria.
INDUSTRIA
Uno de los sectores donde más se ha notado la recuperación del empleo ha sido en la industria, donde el número de puestos de trabajo crece el doble de rápido que en la media del mercado laboral. Además, 2014 supuso también un punto de inflexión en cuanto a la producción industrial, que avanza un 1,1% en el conjunto del año, tras caer casi un 30% desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Entre estas actividades destacan los productos informáticos, que crecen a un ritmo del 14%, y la fabricación de automóviles, que avanza un 7,6%. En enero, este índice avanzó un 0,4%, según los datos publicados ayer. Además, todo apunta a que este pulso se mantendrá en los próximos meses, dado que los nuevos pedidos crecen a un ritmo del 1,4%, según los datos del INE. Es más, uno de los mayores problemas que tiene la industria ahora mismo es que “se está empezando a poner a prueba la capacidad en las empresas manufactureras”, según un reciente estudio de la consultora Markit. Esto es: Aunque “la fuerza de la expansión de los nuevos pedidos fue particularmente grata, y el último incremento [en febrero] fue el más rápido observado desde antes de la crisis económica […], lo mismo puede decirse con respecto a los pedidos pendientes de realización”, lo que sugiere que las fábricas no dan abasto para tantos encargos.
INVERSIÓN
Para poder dar salida a esta demanda, las empresas han aumentado la inversión en el último año, por primera vez durante la crisis. De hecho, la Formación Bruta de Capital Fijo aumentó un 3,4% en 2014, después de acumular una caída del 37,1% en los seis años previos, lo que supone una baldosa más en el camino de la reactivación del sector industrial.
CIFRA DE NEGOCIOS
Otro de estos grandes pasos lo ha dado la facturación empresarial, que incluye también el sector de los servicios. El volumen de negocio de las compañías aumentó un 1,9%. Aunque este indicador ya había crecido en algunos años previos, ahora parece apoyado en muchos otros factores, como el mercado interno.
CONSUMO
El comercio minorista volvió a crecer en 2014, por primera vez en los últimos seis años. Esta recuperación sólo vino asentada, sobre todo, en productos que suponen un mayor desembolso, como el equipo de hogar, que avanzó un 6,5%. La compra de este tipo de bienes es uno de los principales indicadores de la evolución de la confianza en la economía. Por un lado, porque quienes ejecutan estos pagos lo hacen porque no temen perder su empleo. Por otro, porque los bancos no prestan dinero para este tipo de compras si piensan que será difícil recuperarlo.
CRÉDITO
También es muy destacable que los créditos concedidos a consumidores han aumentado un 18,5% en el último año, después de haberse desplomado un 78% entre 2007 y 2012. Y eso, sin perjudicar la financiación del sector empresarial, que está encontrando vías alternativas en el mercado de bonos. Además de diversificar sus fuentes, también ven como sus tipos de interés se reducen, gracias a la abundancia de dinero en los mercados financieros, y se prevé que sigan a la baja con la Quantitative Easing europea del BCE.
COMPRA DE VIVIENDA
Algo similar sucede en el mercado de la vivienda, que es otro de los termómetros de la confianza en la economía nacional. La compraventa de inmuebles aumentó un 2,1% en el conjunto del año. Es cierto que en 2010 había repuntado con más fuerza, pero este efecto se produjo sobre todo porque el fin de la desgravación fiscal para rentas mayores de 24.000 euros aceleró las compras entre quienes tenían un mayor poder adquisitivo. Ahora, en cambio, hay crecimiento a pesar de que los bancos todavía no han abierto el grifo de crédito para muchos clientes, y además va in crescendo, dado que las transacciones inmobiliarias aumentaron un 9,6% en enero respecto al mismo periodo del año anterior.
CEMENTO
Además, la reactivación del sector inmobiliario se está trasladando también al consumo de cemento, que es un indicador que anticipa la recuperación de la construcción. En concreto, el consumo de cemento sólo sube un 0,4%, pero este cambio de tendencia resulta crucial para un sector que encadena los peores años de la historia, tanto por el sector inmobiliario como por la sequía de infraestructuras. El consumo de cemento había caído más de un 80% en los últimos seis años, y los descensos de dos dígitos no anticipaban ni siquiera una pronta estabilización.
AUTOMÓVILES
Finalmente, la compra de vehículos también había retrocedido en los últimos años hasta niveles que no se veían desde los años ochenta, pero esto está empieza a cambiar, dado que en 2014 avanzaron un 18,3%. Estos datos se suelen utilizar para medir el buen estado de la economía, tanto por lo que tiene de optimismo de por parte de los ciudadanos como en lo tocante al acceso al crédito. Para el Gobierno, los datos son tan positivos que se ha replanteado empezar a retirar los planes Pive para la ayuda a la adquisición de automóviles. Además, este optimismo se nota también en que el Indicador de Confianza del Consumidor, que publica el Centro de Investigaciones Sociológicas, que no estaba en niveles tan positivos desde el año 2007.
Fuente: Pablo Cerezal Expansión