Alianza para reducir el gasto sanitario. Asepeyo, Fraternidad-Muprespa y MC Mutual reclaman todo el control de las bajas laborales por enfermedad común para poder dar de alta al trabajador.
Tres de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social más grandes
dieron ayer la alarma sobre el fuerte crecimiento del gasto en las bajas
laborales por enfermedades o accidentes que no están relacionadas con
el trabajo. Técnicamente se denominan por contingencias comunes y son la
razón fundamental del elevado absentismo laboral no justificado. Por
ejemplo, y entre otras, por una gripe, dolores de cabeza, de espalda,
lesiones por hacer deporte o depresiones que no están relacionadas con
el trabajo.
Asepeyo, Fraternidad-Muprespa y MC Mutual pidieron ayer al
Gobierno “poder abordar este problema entre el sector, las empresas y
los sindicatos. [El de las bajas laborales] es un tema que alberga mucha
problemática y precisa de mucho análisis técnico”, dijo Miguel Valls,
presidente de MCMutual.
Es más, el presidente de Asepeyo, José María Juncadella,
expresó su disconformidad con el hecho de que sea el médico de la
sanidad pública el que en última instancia tenga la última palabra para
dar de alta al trabajador que está de baja laboral por enfermedad común.
Ésta es una reivindicación de los sindicatos y, en especial, de las
centrales de la sanidad pública, que ningún Gobierno se ha atrevido a
cambiar. En cambio, en las contingencias profesionales, es la mutua la
competente para dar de alta al trabajador que está de baja.
El gasto en incapacidad temporal de las mutuas por
enfermedades profesional y comunes crece de forma continua (ver gráfico
adjunto). Principalmente, por la segunda causa. Esto se debe al
crecimiento económico que aumenta el empleo, junto a la falta de
financiación e infraestructuras de las mutuas. Esto les lleva a tener
que recurrir a la sanidad privada para poder atender a todas las
prestaciones. Otro factor de crecimiento del gasto es que en tiempos de
bonanza económica crece la picaresca para poder faltar al trabajo.
Para entender la protesta de las mutuas, hay que tener en
cuenta que en los casos de enfermedad común, el empresario paga el
salario del trabajador entre el cuarto y el décimo quinto día. A partir
del décimo sexto, es la Seguridad Social o la mutua la que paga al
trabajador. En 2018, estas entidades atendieron a 5,2 millones de
procesos de incapacidad temporal. Esta cifra, que representa un
crecimiento del 12,7% respecto a 2017, puede significar que un
trabajador ha caído varias veces en la baja laboral. Precisamente, por
el crecimiento del gasto en las bajas laborales, 18 de las 20 mutuas
colaboradoras de la Seguridad Social cerraron 2018 con déficit.
Por todas estas razones y, sobre todo, para ahorrar en el gasto y no recurrir a la sanidad privada, Asepeyo, Fraternidad-Muprespa y MC Mutual presentaron ayer su alianza sanitaria. Sin ser una fusión, las tres mutuas unen su atención sanitaria, con los profesionales y las instalaciones, para atender a las empresas asociadas y sus trabajadores. Juntas asistirán a los trabajadores de 560.000 empresas. Otras tres grandes mutuas, como Fremap, Mutua Universal y Solimat, han puesto en marcha una alianza similar.