Se destruyen 4.428 puestos de trabajo en el tercer trimestre. La hostelería y el comercio acusan la debilidad del turismo, mientras que educación, construcción e industria pierden fuelle respecto a 2018.
La temporada de verano se ha saldado con la primera destrucción de
empleo desde la etapa más dura de la crisis, en el año 2012, con 4.428
puestos de trabajo menos que en el segundo trimestre del año. Esto se ha
debido a la debilidad de la campaña turística, que se suma así al
frenazo del comercio, la industria y de la construcción, de acuerdo con
los datos de afiliación a la Seguridad Social que publicó ayer el
Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Con ello, el
número de trabajadores en septiembre apenas se ha incrementado en 3.224
personas respecto a agosto (la peor cifra en seis años), mientras que el
paro aumenta en 13.907 parados por el fin de los empleos estacionales.
En este noveno mes del año, se crearon 3.224 empleos con
respecto a agosto, una cifra que contrasta ampliamente con los 22.899
puestos de trabajo generados el año anterior o los 26.318 de 2017. Y, de
hecho, supone la cifra más baja desde que el mercado laboral comenzó su
recuperación. Esto se ha debido, por un lado, a la fuerte destrucción
de empleo de dos sectores muy vinculados al turismo en el primer mes en
el que este sector empieza a flojear y, por otro, al menor ritmo en
otras áreas. Así, la hostelería perdió 47.179 puestos de trabajo
respecto a agosto y el comercio, otros 35.895. Además, los sectores que
suelen generar empleo en esta época crecen a un ritmo más suave. Es el
caso de la educación, con 48.097 nuevos empleos (por 56.104 en
septiembre del año pasado), la industria, con 11.886 empleos más (12.807
en 2018) o la construcción, con 6.919 ocupados (8.790 el año pasado).
Sólo las actividades administrativas y de servicios auxiliares, entre
los grandes sectores, mantienen la pujanza, con 21.952 trabajadores más.
Madrid lidera el empleo
Todo ello se ve también en una fuerte moderación del ritmo de
creación de empleo en tasas interanuales. En septiembre se generaron
460.739 puestos de trabajo respecto al año anterior (un avance del
2,4%), algo menos que los 480.413 que se observaban en agosto y una
cifra sustancialmente menor que los 683.575 nuevos empleos que llegaron
a lograrse en 2017 (con un incremento anual del 3,9%). Por regiones, no
obstante, algunas zonas siguen manteniendo un cierto dinamismo. Es el
caso de la Comunidad de Madrid y Murcia (97.332 y 17.403 puestos de
trabajo más que en 2018, un avance del 3,1% en ambos casos), seguidas en
términos relativos de Andalucía (89.932, un 3% más) y Comunidad
Valenciana (50.326, un 2,7%). En cambio, Asturias, Cantabria, Castilla y
León y Extremadura moderan su velocidad de crecimiento por debajo del
1,5%.
Pese a todo, hay un factor en positivo en el mercado laboral:
los nuevos contratos. En el noveno mes del año se registraron 2.094.635
firmas, lo que supone un incremento del 7,3% respecto al mismo mes del
año anterior. Y también los contratos indefinidos crecieron, un 2,6%,
hasta alcanzar los 238.723. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en
el conjunto del año el número de contratos indefinidos ha caído un 5,3% y
que esta cifra se agravó en agosto, con un desplome del 19,9%. Es
decir, en lugar de existir una leve recuperación podría haberse
producido un aplazamiento de las contrataciones en agosto por la
incertidumbre del que apenas se ha recuperado una parte muy pequeña.
Por otra parte, el número de desempleados se ha incrementado en 13.907 personas respecto a agosto, hasta los 3.079.711 parados. Este aumento se debe al carácter estacional de muchos empleos generados entre julio y agosto y no debería ser, en principio, una mala noticia, ya que se trata del menor incremento para este mes de la serie histórica, que arranca en 2009. Sin embargo, el hecho de que esta bajada se produzca cuando el mercado laboral está flojeando apunta más hacia una desmotivación de los desempleados, que podrían temer más dificultades a la hora de encontrar empleo. De hecho, en el último año el desempleo apenas se ha reducido en 122.798 personas, una cifra muy inferior a la de 2018 (cuando el descenso alcanzaba a los 207.673 parados) y muy por debajo de las cifras de 2016 y 2017, cuando se triplicaba el dato actual. Así, aunque a la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, señala que España está capeando “mejor que otros países”, el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, advirtió de que “viene un otoño duro” para el empleo porque “lo peor está por llegar”.
Fuente: Expansión