Guía para los accionistas de Popular

QUÉ VA A PASAR CON LOS PRODUCTOS FINANCIEROS DEL BANCO. Mientras los títulos de la entidad no valen nada, los titulares de depósitos van a conservar la totalidad de sus ahorros, aunque podría haber cambios en las condiciones.

 

La resolución de Popular y su venta por un euro a Santander afecta a 305.152 accionistas y a los tenedores de deuda subordinada, ya que perderán toda su inversión. Pero no a los 4,6 millones de clientes de la entidad ni a los partícipes de sus fondos de inversión y planes de pensiones. Popular pasa a pertenecer a Santander a todos los efectos, con las consiguientes garantías que otorga la entidad. Los poseedores de depósitos y cuentas corrientes deberán estar atentos a los cambios que puedan producirse, mientras los titulares de hipotecas no verán modificadas las condiciones. Eso sí, ahora deberán devolver el préstamo a Santander.

Accionistas

Las acciones del banco, que se negociaron por última vez el pasado martes a 0,317 euros cada una, ya no valen nada ya que han sido amortizadas a valor cero. Las pérdidas se extienden a todos los accionistas del banco, tanto minoristas como los de referencia. También alcanza a los propietarios de deuda híbrida y subordinada de Popular, que suscribieron emisiones por valor de unos 2.000 millones de euros. Estas emisiones de bonos fueron convertidas en acciones que tampoco valen nada. Son los grandes damnificados por las pérdidas de la entidad.

El impacto de la decisión de las autoridades europeas es extraordinario. En una presentación fechada el pasado 5 de mayo, con el título Un modelo de negocio rentable y solvente, Banco Popular cifraba el free float (parte del capital que circula libremente en Bolsa) del grupo en el 79,18% del total. En restante 20,82% estaba en manos del consejo de administración.

Son muchos los accionistas cazados (particulares, fondos de inversión o fondos de pensiones) en el banco. Máxime después de la ampliación de capital de junio del año pasado, cuando Popular emitió 2.004 millones de nuevas acciones, operación por la que reclutó 32.500 accionistas más.

Entre los accionistas de Popular estaban, además de los minoristas que apostaron por el banco, los partícipes de fondos de inversión, planes de pensiones, Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav) o fondos cotizados (ETF) que invertían en títulos del banco, y cuya participación tendrán que valorar ahora a cero.

Los ETF son productos que se dedican a replicar la evolución de un índice, lo que significa que deben invertir en todas las acciones que lo forman. Por eso, los fondos cotizados que seguían la evolución del Ibex 35 invertían sí o sí en Popular, ya que formaba parte del selectivo.

Algunos buffetes ya preparan demandas para recuperar el dinero porque consideran que las cuentas eran falsas.

Depositantes

Los titulares de depósitos de Banco Popular deberán estar tranquilos. A partir de ahora, pasarán a ser clientes de Santander, pero no sufrirán ninguna pérdida. Su situación no corría peligro en ningún caso si tenían menos de 100.000 euros, ya que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) cubre esta cantidad, incluso si Popular hubiera quebrado. Los expertos aconsejan a los clientes que tengan depósitos con más de 100.000 euros que diversifiquen sus ahorros entre varias entidades.

Eso sí, habrá cambios en las nomenclaturas. Los actuales clientes de Banco Popular serán informados en las próximas semanas de que sus cuentas pasarán a ser de Grupo Santander. La marca Popular se mantendrá durante medio año, aproximadamente, según fuentes financieras. Además, las cuentas bancarias cambiarán de código IBAN. Las modificaciones las realizará gratuitamente Santander y tendrá que informar a los titulares. La entidad será la responsable de redirigir a la nueva cuenta los pagos y recibos domiciliados del cliente, que debe vigilar el proceso.

Además, Santander podrá realizar modificaciones en las condiciones de las cuentas que se tengan contratadas, pero deberá avisar con dos meses de antelación a los titulares. En ese momento, el cliente tendrá la oportunidad de aceptar las condiciones o cambiar de entidad.

Créditos

Tampoco tienen por qué preocuparse los clientes de Popular que tengan créditos hipotecarios o al consumo contratados con la entidad. Los titulares de los préstamos tendrán que cumplir con sus obligaciones de pago. En principio, deberán realizar los abonos a Banco Popular, mientras esta marca siga siendo filial de Santander. Una vez se complete la integración, los pagos se realizarán a la entidad presidida por Ana Botín.

Las condiciones firmadas se mantendrán inalteradas, ya que es un contrato firmado ante notario. Los clientes que hayan emprendido acciones legales contra el banco para la devolución de lo cobrado de forma irregular por las cláusulas suelo, o los que hayan comenzado el procedimiento de devolución, tendrán que tratarlo directamente con Santander. De hecho, Botín ya anunció en la presentación de la operación de compra que la entidad se hará cargo de estos procesos.

Bonos convertibles

Los propietarios de bonos de Popular están en situaciones diametralmente opuestas en función del tipo de deuda que tengan en su cartera. Los tenedores de bonos contingentes convertibles en acciones (CoCos) y de deuda subordinada, también lo han perdido todo. Los primeros se convirtieron en acciones tras la resolución de la entidad, títulos que después fueron amortizados. Los segundos también fueron transformados en acciones. Son las que adquirió Santander por un euro en el proceso de resolución.

La mayoría de los tenedores de bonos subordinados de Popular son inversores institucionales, es decir, clientes de banca privada o fondos de inversión.

Casi toda la deuda de este tipo tiene un valor nominal de 100.000 euros, una barrera de acceso para los clientes minoristas. Pero el banco tiene dos emisiones de bonos subordinados con un nominal de 1.000 euros que vendió en la red.

En estas últimas emisiones, de las que Popular colocó 450 millones de euros, sí puede haber inversores minoristas. De hecho, la entidad vendió en 2011 estos bonos entre pequeños inversores en sus oficinas, atraídos por sus elevados cupones, del 8% y el 8,25%, respectivamente.

Estos cupones elevados indican, precisamente, el riesgo de los títulos, mayor al de otro tipo de deuda, porque cuando hay problemas en la entidad se convierten en acciones, como ha ocurrido finalmente con Popular.

Las instituciones de inversión colectiva (fondos, planes de pensiones y Sicav) que tuvieran bonos subordinados deben valorar ahora esa participación a cero. Es el peor de los escenarios posibles para los inversores en este tipo de deuda, entre los que están (con datos a cierre de marzo) gestoras como Pimco o BlackRock, así como algunos fondos de inversión o Sicav de Renta 4, Bankinter, Santander o Welzia, entre otros.

Bonos sénior

Los propietarios de bonos sénior de Popular presentan ganancias. ¿Cuál es la razón? Como explica Ángel del Amo, experto de renta fija corporativa de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, “los bonos sénior de Popular han tenido mejoras en precio porque ahora se asimilan en riesgo a la deuda de Santander”.

Los tenedores de bonos sénior y cédulas hipotecarias de Popular se ven beneficiados de esta operación, porque tienen una protección mayor que los bonos subordinados y los CoCos, que se han convertido en acciones. De pronto, los bonos sénior de Popular pasan a ser de una entidad con una solvencia y un ráting mucho mayores que las de su emisor inicial.

Mientras los bonos subordinados perdieron todo su valor, la rentabilidad (que evoluciona de forma inversa al precio) de un bono sénior de Popular con vencimiento en 2025 ha pasado del 1,15% al 0,6%, y la de otro bono que vence el próximo año se ha desplomado del 0,50% al 0,14%, según datos de Bloomberg.

Fondos de inversión

¿Y si un ahorrador tiene fondos de Allianz Popular? Tampoco hay cambios. Allianz Popular es una gestora participada al 60% por la aseguradora Allianz y al 40% por Popular. Está por ver qué sucede con esta sociedad, fruto del pacto entre Allianz y Popular, que tienen un acuerdo de bancaseguros. Pero lo que es seguro es que Santander compra también las filiales de Popular y, con ellas, el 40% que controla en la gestora. Los partícipes de fondos de inversión de Allianz Popular no tienen nada que temer.

Incluso aunque la entidad hubiera quebrado, los fondos de inversión están fuera del balance de los bancos. Si se hubiera llegado a este escenario, se habrían liquidado los activos de los fondos para devolver el dinero a los inversores. No será el caso, puesto que Santander compra la participación de Popular en la gestora. Según fuentes del mercado, aquellos fondos garantizados de Popular, cuya garantía otorgaba la propia entidad, pasarán a tener la cobertura de Santander. Estos fondos aseguran, por ejemplo, que a vencimiento se pagará una determinada cantidad sea cual sea el comportamiento del mercado.

En principio, los partícipes de los fondos de Allianz Popular podrán acogerse a lo que se llama derecho de separación. Fernando Luque, de la consultora Morningstar, explica que es “el derecho que tiene todo partícipe de salirse del fondo sin pagar comisión de reembolso, en caso de modificación significativa del reglamento o folleto explicativo”. En otras fusiones bancarias, la gestora del banco comprador reorganiza la oferta de fondos para actualizarla y simplificarla, de forma que podrían producirse cambios en la política de inversión de los nuevos productos.

En este caso, la gestora está obligada a informar a los partícipes de esas modificaciones y a ofrecer ventanas de liquidez sin comisión de reembolso en el caso de que el cliente decida no seguir en el fondo. El partícipe tampoco tendrá que afrontar ningún gasto si, en vez de liquidar su participación, hace un traspaso a un fondo de otra entidad.

Warrants

Los tenedores de warrants (opción a comprar o vender un activo, a un precio, en una fecha acordada) también deberán ajustar el precio de sus posiciones. El importe de todas las liquidaciones de los warrants call es cero euros, mientras que el de los tipo put depende de cada uno de ellos. El mercado de derivados MEFF liquidará estos instrumentos el 12 de junio.