El despido en las pymes, más caro

Presupuestos 2014/ el Ejecutivo suprime la subvención que el fogasa da al despido para ayudar a las pequeñas empresas a hacer frente a las crisis, y contradice su apuesta por los emprendedores.

Sorprendentemente, el Gobierno ha incluido una enmienda en los Presupuestos Generales del Estado de 2014 que contradice toda su apuesta por la creación de empleo en las microempresas, los autónomos y los emprendedores.

Como adelantó ayer EXPANSIÓN, el Ejecutivo ha decidido suprimir la subvención que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) daba hasta ahora a todas las sociedades de menos de 25 trabajadores en el despido procedente de sus trabajadores por causas económicas, organizativas, tecnológicas y de producción. La subvención es de 8 días de salario, de los 20 que regula este tipo de despido, hasta una cuantía máxima equivalente a un año de retribución. Incluso, la subvención es válida cuando el trabajador pide la liquidación porque la empresa incumple las condiciones del trabajo de forma reiterada. Por ejemplo, no pagarle. En este caso, la cuantía máxima de la indemnización puede elevarse a los 30 días de salario, para mejorar la compensación al empleado.

La medida es muy sorprendente, porque, de repente –a partir del 1 de enero de 2014– eleva considerablemente los costes del despido de los pequeños empresarios, dado que, a partir de ahora, los que sean solventes y tengan beneficios tendrán que correr con toda la indemnización por despido procedente, lo que recorta el apoyo que tantas veces ha proclamado el Ejecutivo. Por lo tanto, es posible que tengan más dudas a la hora de contratar. Tanto de forma indefinida como de forma temporal.

Por todas estas razones, la enmienda también es sorprendente porque, en cierta forma, contradice los propósitos del Gobierno de fomentar la estabilidad en el empleo al poner en marcha, también en la reforma laboral, el contrato para emprendedores. Esta fórmula permite al empresario despedir sin indemnización al trabajador después de un año de prueba, aunque tiene muchas ayudas para la conversión en indefinido.

En todo caso, “la enmienda demuestra que, una vez más, Montoro [el ministro de Hacienda] ha cortado las alas a Fátima Báñez [ministra de Empleo y de Seguridad Social]. El cumplimiento del objetivo del déficit público es antes que nada”, explican las fuentes de la patronal CEOE consultadas por EXPANSIÓN. España tiene que reducir el déficit público el año que viene del 6,5% al 5,8% del PIB.

Desincentivar el despido

En la justificación de la decisión, el Gobierno explica que, al recortar la subvención al despido en las pequñas empresas, pretende dos cosas. En primer lugar, “recuperar para el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) su naturaleza de entidad de aseguramiento [de las empresas], limitando su intervención de garantía en aquellos supuestos de insolvencia empresarial”. Es decir, devolver el organismo a su papel original. Y, en segundo lugar, “desincentivar el despido y fomentar el mantenimiento del empleo”.

“Eso es una barbaridad; no hay ningún empresario que quiera despedir por despedir”, afirma Luis Fabián Márquez, presidente de Analistas de Relaciones Industriales, y profundo conocedor de las relaciones laborales.

Curiosamente, esta medida del Ejecutivo suscita una cierta coincidencia en el rechazo de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, en los sindicatos e, incluso, en el PSOE, aunque por razones diferentes.

Los argumentos de UGT y CCOO explican, fundamentalmente, que al recortar la subvención del Fogasa a los despidos, lo que va a producir es un endurecimiento de la negociación de los empresarios con los trabajadores. Ahora serán las compañías con beneficios, o viables, las que corran con todo el coste de la indemnización a los trabajadores. “Si se producen las causas de la reforma laboral, las empresas seguirán despidiendo y con menor margen de negociación y de mejora de la indemnización”.

Otra forma de analizar las cosas, es la de Cepyme, la organización que preside Jesús Terciado. Los empresarios sostienen que el Ejecutivo ha suprimido una subvención muy necesaria para la competitividad de las pymes en estos momentos, “que deben desempeñar un papel esencial en el proceso de recuperación de la economía”.

Bien es verdad que la organización de autónomos ATA opina que el Fogasa “sólo debe ayudar a las empresas que lo necesitan, pero no a las que pueden pagar el despido”.

Fuente: Expanción. M. Valverde